María Zambrano nació en Vélez-Málaga (España) el 22 de abril de 1904. Ella era hija del pensador y pedagogo Blas José Zambrano. María viajó a Madrid en 1908 y vivía en una casa modesta en la calle Redondilla, número 8, por cinco años. María Zambrano escribió sobre algunos de los tempranos recuerdos en Dos fragmentos Autobiográficos. María Zambrano estudiaba el bachillerato en las aulas repletas de muchachos del Instituto Nacional de Segovia. María ya tenía el talento para la filosofía cuando era una joven. Siempre estaba preguntándole a su padre sobre cualquier cosa. Muchos años más tarde María Zambrano describió las ideas sobre la filosofía con esta cita: "Entonces, no tengo más remedio que aceptar que mi verdadera condición, es decir, vocación, ha sido la de ser, no la de ser algo, sino la de pensar, la de ver, la de mirar, la de tener la paciencia sin límites que aún me dura para vivir pensando, sabiendo que no puedo hacer otra cosa y que pensar tampoco lo he hecho."

Su primer artículo, sobre la suerte de Europa y la paz en el contexto de la Guerra, fue publicado en la revista de Antiguos Alumnos del Instituto de San Isidro. María Zambrano paso los años de la adolescencia en Segovia. Este tiempo era de gran importancia en su vida y la visión suscitada por el recuerdo de esta ciudad es ya una prefiguración de algunas temas escenciales de toda su obra. En el año 1926, María completo los estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Centra. A partir de este año, ella asistía las clases de Ortega y Gasset, Manuel Garcia Morente y Javier Zubiri. El año siguiente, Zambrano continuaba la relación profesional con Ortega y Gasset por hacerse mediadora entre el y algunos escritores jovenes, como Sanchez Barbudo y J.A. Maravall. A eso de este périodo, Zambrano se le planteó la aceptación de la historia como continua transmutación poética. Más tarde, se consideró la poesía como "testimonio extremo del hondo suceso a España." Por vista de la influencia de Antonio Machado, Zambrano formó su concepción de la razón poética como una "razón de amor reintegradora de la rica sustancia del mundo" donde el pueblo y el poeta son íntimamente hermanos. La filósofa publicó su primer libro, Nuevo liberalismo, en 1930. Cuatro años más tarde, Zambrano publicó su primer ensayo en la Revista de Occidente, titulado "Por qué se escribe." Durante los años de la Segunda República, Zambrano pertenecía al grupo de escritores, artistas y universitarios que con las Misiones Pedagógicas llevaron la experiencia de educación popular. En compañía de escritores amigos como Luis Cernuda, Rafael Dieste, J.A. Maravall, etc., María Zambrano recorrió algunos pueblos y remotas aldeas, llevando hasta su gente una imagen de cultura (el cine, la pintura, el teatro, o la música clásica...). Desde el año 1937 en adelante permanecía muy activa con las publicaciones y colaboraba en defensa de la República como consejero nacional de la Infancia Evacuada. El 28 de enero de 1939, María Zambrano cruzó la frontera francesa por el camino del exilio en compañía de su madre, su hermana y el marido de esta. Ella pasó un mes en París y tenía una breve estancia en Nueva York, desde donde Zambrano se dirigió a La Habana. Después de La Habana, María se fue a México, donde era nombrada profesora de Filosofía en la Universidad San Nicolas de Hidalgo de Morelia, Michoacan. Ella se murió en Madrid en 1988 a la edad de 84 años.

 

Bibliografía

Castillo, Julia. "Cronologia de María Zambrano." Anthropos. Madrid. No. 70-71. 1987.

Zambrano, María. "A modo de autobiografía: Dossier." Anthoropos. Madrid. No. 70-71. 1987.

 

Presentación preparada por Marie Willard y Michelle Geronimo: